Cine de verano "Paz Sol" de Carolinas, propiedad de Martínez Tercero
Fotografía de el Acorazado Cinéfilo. Francisco Huertas Hernández.
E
l barrio Carolinas disfrutó pronto de salas de cine, si tenemos en cuenta la llegada del cinematógrafo a Alicante y la proliferación de salas en sus años dorados (1920-1950). Tal es el caso del Cinema Carolinas (1927), en la calle Donoso Cortés, llamado popularmente “Carolo”; el Cinema Pla, en la calle Barcelona (años 40-50), el Cine I.S.O. (1949-finales de los 60), en la parroquia de San José de Carolinas y posteriormente el cine Goya, en Doctor Ayela, número 7 (1962-1984). Crecieron, especialmente en los años 50 y 60, las Terrazas de verano, de aquellos años, hay que recordar: el cine de verano Niagara (1955-1963), que estaba situado donde se encuentran en la actualidad los inmuebles número 9 y 11 de la calle San Mateo, esquina a la calle Dato Iradier teniendo su entrada en la calle San Pablo; el Terraza, en Maestro Alonso (1957-1965) en lo que hoy es una tienda de deportes (números 37 y 29); para finalizar, mi entrañable cine de verano Terraza, en la calle Góngora, junto a la plaza Manila (1969-1984).
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Alicante Vivo © | PUBLICADO POR: Lorenzo Guardiola
Los cines de verano fueron muy populares en la “terreta”. Recordemos que Alicante desde los años 50 llego a tener cerca de 25; eso sí, no todos funcionaron a la vez. El magnífico clima, la libertad de cenar con la familia o amigos de una manera informal disfrutando de una película “a la fresca” en las calurosas noches del estío hacía de estas terrazas un lugar único. No había barrio de Alicante que no tuviera una sala de estas características.
Todavía llegué a tiempo de disfrutar de aquella experiencia tan especial. Recuerdo con nostalgia cuando acudía con mis amigos al cine Terraza en la calle Góngora, allá por los años setenta y ochenta, y me veo devorando el bocadillo de tortilla que mi madre me preparaba, acompañado de una Pepsi-Cola, bien fresquita, comprada en la barra de la repostería. No había comodidades, pues las sillas, de madera plegable, eran realmente duras; pero poco importaba, pues ver una película al aire libre producía una sensación muy agradable además del placer de ponerte “la rebeca” a última hora. En el descanso, me compraba pipas con sal. ¡Madre mía, la sed que daban! Como el dinero no daba para más, lo primero que hacía era beberme una botella de agua al llegar a casa.Situado en la Plaza del Sol, y calles general Espartero, Pascual de la Mata y Montero Ríos. También llamado Sol en referencia a la plaza que estuvo ubicado en el barrio de Carolinas. El 3 de agosto de 1964 se le concede la autorización para la apertura y funcionamiento, siendo su arquitecto D. Miguel López González (que también realizaría los proyectos del Cine Carlos III y el Goya). Perteneciente a la empresa de D. José María Martínez Tercero, que también gestionaba en estos años el cine Carlos III (1959-2001) en la céntrica calle San Vicente, el Goya (1962-1984) en la calle Doctor Ayela en el barrio del Plá y el cine de verano Marisol en Benalúa.El efímero cine de verano estuvo en funcionamiento tan solo dos veranos correspondientes a los años 1964 y 1965. Con programación doble, en alguna ocasión fue única como ocurrió el 2 de agosto de 1965 con la mítica película “Los Diez Mandamientos” de Cecil B. de Mille.
La Plaza del Sol popularmente llamada “Bola de oro”, esto se debe a que D. Leandro Galán propietario de una finca ubicada en ese lugar, poseía una famosa tienda de tejidos con el nombre de la “Bola de oro” en la Plaza Isabel II (hoy Plaza Gabriel Miró). Todos decían que esa finca era del de la Bola de Oro, nombre que popularmente todos denominan a la Plaza del Sol.
El cine de verano tenía capacidad para 1000 espectadores, en el centro de la fachada recayente a la Plaza del Sol estaba la cabina de proyección situada en el primer piso que se accedía por una escalera independiente y en los bajos el bar.
La pantalla recaía a la calle Pascual de la Mata con una longitud de 12 metros y a su derecha se encontraban los aseos. 4 puertas daban acceso para la entrada y salida de los espectadores, dos en su fachada principal en la Plaza del Sol y el resto, una en la Calle General Espartero y la otra en Montero Ríos.
Las 2 taquillas para la venta de localidades estaban prácticamente juntas haciendo esquina, una en la plaza del Sol y la otra en la calle General Espartero.
Y aunque no llegue a conocer el Cine Paz, sí que llegue a disfrutar de los Coches de Choque que se instalaban en la Plaza del Sol, por la tarde después de hacer los deberes de clase acudía con mis amigos.
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- AUTOR DEL ARTICULO: Lorenzo Guardiola
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