Fundación Fontilles en La Vall de Laguar (Alicante).


El Sanatorio de Fontilles fue inaugurado en el año 1909, con el objetivo de atender a enfermos de lepra procedentes de toda España.
Por entonces, no existía un fármaco con el que hacer frente a esta enfermedad infecciosa que, además, provoca malformaciones en sus fases más avanzadas. Por tal motivo, la construcción del Sanatorio de Fontilles fue tomada con recelo por los pueblos de la zona.
La lepra una enfermedad con cura que sigue arrastrando los mitos y el estigma de la época medieval.
Más de 220.000 personas son diagnosticadas cada año.
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EL ESPAÑOL © | REDACTADO POR: Andrea Reinosa
Leer Aquí Artículo CompletoLa lepra todavía existe. Al año se diagnostican más de 220.000 casos en todo el mundo, y aunque en España dejó de ser un problema a principios de la década de los 80, todavía hay países que no han conseguido erradicarla.
India, Brasil e Indonesia concentran las cifras más altas de contagios. Por no hablar de África, donde en la mayoría de los países no se conoce el número exacto de los enfermos. Por suerte, hoy en día hay cura, y con un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado las secuelas pueden ser casi inexistentes.
La fundación Fontilles en La Vall de Laguar (Alicante) tuvo un papel fundamental en la eliminación de lepra en España. Ahora, la organización trabaja por mejorar la salud de las personas más vulnerables de todo el mundo.La historia de Fontilles comienza en 1909 con la apertura del Sanatorio, un establecimiento que acoge en sus inicios a más de 3.000 personas. A diferencia de las leproserías de la época, el complejo se convierte en el hogar de miles de enfermos que son atendidos y tratados con dignidad.
Los vecinos de La Vall de Laguar y alrededores protestaron por la localización del centro. El miedo y el desconocimiento hacia la enfermedad lleva a la organización del sanatorio a construir una muralla de 3 kilómetros de recorrido para aislarlo del exterior. Hoy en día, los vestigios de la pared recuerdan el estigma al que se enfrentaron los enfermos.
Entre 1930 y 1940, el sanatorio cuenta con alrededor de 400 personas que residen allí como si se tratase de un pequeño pueblo. Por aquel entonces, Fontilles cuenta con panadería, carpintería, herrería, imprenta, peluquería y hasta un bar propio donde poder relacionarse con los demás.
Además, en Fontilles se realizan cada año cursos sobre leprología, así como sobre enfermedades dermatológicas tropicales, dirigidos no solo a personal sanitario, sino también a misioneros, voluntarios y trabajadores sociales de todo el mundo.
Como ya se ha comentado, en la actualidad uno de los edificios de Fontilles, conocido como Centro Geriátrico Borja, es utilizado como residencia para la tercera edad.
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- AUTOR DEL ARTICULO: Andrea Reinosa
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