Los orígenes de la moderna industria papelera en Alcoi se remontan a mediados del siglo XVIII, cuando mosén Vicente Albors Gisbert compró en la ribera del Molinar un batán a los herederos de Luis Blanes, en 1755, y tras conseguir licencia de la Intendencia General y previo un informe favorables de la Real Fábrica de Paños, convirtió el batán en molino de papel y cartón, para lo que trajo expertos carpinteros de la Cartuja de Valdecristo, en Segorbe. El molino de Albors llegó a tener 24 pilas y el Estado le apoyó otorgándole una contrata en 1757.
A mosén Albor se le atribuye “la creación de un Reglamento para los operarios papeleros, en cuyas disposiciones respecto a los días y horas de trabajo, y a otras cristianas y buenas costumbres que con fuerza de ley fueron observadas por fabricantes y operarios de consuno, se dejaba ver la caridad que orientó su conducta“.
Pronto siguieron el ejemplo de Albors sus hermanos y otros hacendados, y a finales del XVIII se encontraban en Alcoi la mitad de las tinas de papel de todo el Reino de Valencia, fabricándose papel blanco de escribir, papel de estarza, cartón y papel de fumar. En esta segunda mitad del XVIII “se sientan ya las primeras bases de la futura expansión de la industria papelera. Son, efectivamente, los años en que se inicia la instalación de las primeras tinas, que vienen a sustituir a las antiguas pilas, posibilitando un considerable aumento de la producción, que llega casi a las cinco resmas por día y tina. Son también los años en que se inicia la fabricación del papel de fumar, que será la base de la producción papelera durante todo el siglo XUX y de la exportación hacia América“.
Hubo algunas quejas de los fabricantes textiles por la frecuente conversión de batanes en molinos papeleros. A semejanza de la Real Fábrica de Paños, los papeleros alcoyanos aprobaron el 12 de octubre de 1800 unas “Ordenanzas para el Régimen y Govierno (sic) del Monte Pío, para socorro de los oficiales, aprendices y demás operarios empleados en la elaboración del papel en las fábricas de la villa de Alcoy”. Hacia 1814 quedó disuelto este Monte Pío, por “graves disensiones ocurridas entre patronos y obreros“. Y en junio de 1858 decidieron los operarios reconstituir este Monte Pío, por sí solos, redactando un Reglamento muy semejantes al anterior.
La industria papelera sufrió una grave crisis entre 1811 y 1820, como consecuencia de la invención y montaje de nuevas máquinas para la industria textil, cuyas mejores perspectivas económicas movieron a muchos industriales a reconvertir sus molinos papeleros en batanes textiles. Aparecieron entonces algunas sociedades mixtas, con intereses en ambas industrias, A partir de 1830, sin embargo, la industria papelera se consolidó en Alcoi y se fueron abandonando los métodos artesanales. En 1833 Rafael Cantó, Juan Casasempere y Vicente Pérez montaron el primer taller “para cortar papel y formar libritos para hacer cigarros y su venta“.
En la segunda mitad del siglo XIX se fueron incorporando muchas novedades a la industria papelera. Así, Alcoi fue la primera población que incorporó la máquina de Louis Robert para la fabricación continua de papel. En 1860 el industrial Francisco Laporta Cort descubrió el fundamento mineral que proporciona al papel de fumar su característica de dar ceniza blanca al arder. En 1854 había en la ciudad 27 fábricas de papel de fumar, 3 de cubiertas de libritos, 10 talleres manipuladores, 1 fábrica de papel de embalaje, 1 de cartón para fósforos, 2 de cartón, 1 de papel de escribir, 4 de papel pautado y 4 de papel pintado. En 1864, en la lista de contribuyentes, aparecían 32 fabricantes papeleros, que empleaban a 1.188 operarios. Además, había 13 talleres de manipulación de libritos.
En 1859 se planteó el problema del trabajo infantil en la industria papelera y se aprobaron unas normas tendentes a su prohibición. Hubo un cierto retroceso en la industria hacia 1873, debido a la campaña de no inversión de los patronos ante los conflictos sociales -el famoso “petrólio”- y desde 1870 a 1875 la producción disminuyó de 340.000 a 270.000 resmas. La introducción, a fines de siglo, de las máquinas de papel continuo fue haciendo desaparecer las tinas, hasta que en 1896, con el cierre del Molí Catí, termina en Alcoi la fabricación de papel en tinas.
Los talleres de manipulación de libritos de papel de fumar iban en aumento: en 1860 había 11, en 1870 ya eran 19 y en 1885 llegaban a 40. La mayoría de la producción se exportaba a Latinoamérica, Portugal, India y estados Unidos.
En la información verbal y escrita a la Comisión de Reformas Sociales en 1884 aparecen algunos datos sobre la jornada laboral de los papeleros y el trabajo infantil en el sector: el obrero José Castañer declaró que en el sector del papel la jornada normal era de 10 horas, si bien algunos trabajaban solo 9, pero ganando un jornal menor, pero en algunos casos, los numerosos niños que eran empleados en el oficio, trabajaban jornadas superiores, hasta 13 y 14 horas, y otro obrero, Francisco Moltó, del gremio de Papeleros, denunció que a muchos niños menores de 14 años se les hacía trabajar desde las cinco de la tarde hasta las nueve de la mañana, en la sumamente peligrosa operación de machacar papel; se dormían o distraían, y era muy fácil que el martillo les cogiese una mano. Incluso, se decía, “muchos de los niños se quedan a dormir en las fábricas de papel“. Y la propia Comisión reconocía que era la industria papelera la que más “abusaba” del trabajo infantil, en el caso de los niños, desde los seis años, y en el de las niñas, desde los ocho.
En 1873 residía en Alcoi la dirección de la Unión de Noógrafos, que celebró allí su II Congreso, en el que estuvieron representados 12 secciones de papeleros, 2 de tipógrafos y 1 de litógrafos. En 1889 tenemos la primera noticia de un conflicto social en la industria papelera: una huelga en octubre por “los malos tratos” de un encargado.
Al comenzar el siglo XX contaba Alcoi con 6 fábricas de papel -dotadas de 7 máquinas continuas-, que producían papel de fumar y sedas, además de 28 talleres de manipulación de libritos. La producción se exportaba a Turquía, Egipto y Uruguay -la firma “Moltó, Santonja y Cía”-, a Portugal, Cuba, México y Brasil -la empresa de Laporta Valor, una de las más prolíficas creadoras de marcas de libritos de papel de fumar-.
En 1906 existía ya un Sindicato de Fabricantes de Papel de Alcoi, que en octubre de ese año telegrafió al Gobierno ante los rumores de que en próximos tratados comerciales se iba a rebajar la segunda columna arancelaria, asegurando que, de ser así, “ello causaría la muerte de la industria, harto ruinosa por competencia nacional“.
También en 1906 se constituyó la firma comercial “Hijos de C. Gisbert Terol”, en 1907 la de Leopoldo Ferrándiz Terol, en 1909 la “Pérez y Aracil” -que poseía una fábrica en L’Orxa-. En 1914 ya eran 14 las máquinas de papel continuo existentes en la ciudad, que producían 2.500.000 kgs. de papel y cartón.
Otras razones sociales se constituyeron en los años de la guerra mundial: así, las firmas “Ivorra y Payá”, que poseía una fábrica de papel en dos edificios de las partidas de Salt y Barxell; “Sobrinos de Rafael Abad Santonja” -aparecida en 1916 como continuadora del negocio de papel fundador por Rafael Abad Santonja, empresa mixta de textil y papel; o “Eduardo Matarredona Pastor”, propietario del “Molí de Payá”, en el Salt, que trasladó su fábrica de papel y cartón a Muro de Alcoi en 1918.
En la Matrícula Industrial de Alcoi de 1917 aparecen 16 talleres de papel de fumar: “Rafael Abad Santonja”, “Hijos de C. Gisbert Terol”, “Vicente Reig Valor”, “Miguel Botella y Hermano”, “Ivorra y Payá”, “Francisco Lorente Quintana”, “P. Gutiérrez y Compañía”, “Soler y Pascual”, “Sucesores de Ridaura y Cía”, “Leopoldo Fernández Terol”, “Eduardo Blanes”, “Domingo Talens”, “Emilio Balaguer”, “Viuda de Joaquín Moltó Terol”, “Viuda de Miguel Boronat” y “Viuda e Hijos de J. Vilaplana”. También aparecía en dicha Matrícula Industrial una importante fábrica de cajas de cartón, la de Eduardo Matarredona Pastor, y otras de menor importancia, propiedad de José Barrachina, Tomás Valor Segura, “Pérez y Solsona” y José Ots Montiel. Además, Camilo Albors Cantó poseía cinco máquinas de litografía, Jorge Pastor Pérez una fábrica de bolsas de papel. Se fabricaban también papel de estraza y tarjetas. Una de las firmas que tenía una producción mas diversificada era la de “Ivorra y Payá”.
En 1924, el número de máquinas de papel continuo existentes en la ciudad seguía siendo de 14. Estaban instaladas diez fábricas de papel: “Sobrinos de R. Abad Santonja”, “Enrique Albors Raduan”, “Francisco Crespo Jordá”, “Hijos de C. Gisbert Terol”, “Viuda de Miguel Gosálbez”, “Ivorra y Payá”, “José Laporta Valor”, “Moltó, Santonja y Cía”, “Pérez y Aracil”, “Eduardo Matarredona Pastor”. De los 11 talleres de papel de fumar existentes, algunos eran propiedad de esos mismos fabricantes de papel, como R. Abad, Gisbert o la firma “Ivorra y Payá”.
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NOTAS:
1Julio Berenguer, Historia de Alcoy. Tomo I. Alcoi, 1977. 2Enrique Cerdá, Monografía de la industria papelera. Alcoi. 1967.3Gran Enciclopedia de la Región Valenciana.4Julio Berenguer, obra citada.5Ordenanzas que recoge Julio Berenguer, en su obra citada, págs. 581-583. En la Exposición enviada al Consejo de Castilla se afirmaba que en Alcoi -que contaba con 30 molinos de papel y más de 50 tinas- se empleaba en la industria papelera a un considerable número de hombres que, viviendo a expensas de su jornal, se veían reducidos a la mendicidad si enfermaban: por ello se creaba el Monte Pío, que fue aprobado en 1802.6Enrique Cerdá, obra citada.7Enrique Cerdá, obra citada.8Gran Enciclopedia de la Región Valenciana. Las primeras máquinas de papel continuo las llevó Rafael Aura Monllor en 1880, pero no dieron buen resultado; mejor rendimiento dieron las llevadas en 1884 por Eduardo Pascual. En 1890 ya existían cinco fabricas de papel continuo en la ciudad.9Enrique Cerdá, obra citada.10Gran Enciclopedia de la Región Valenciana; Enrique Cerdá, obra citada.11Comisión de Reformas Sociales, Información oral y escrita. practicada en virtud de la Real Orden de 5 de diciembre de 1883. Madrid. Minuesa de los Ríos.1889 y 1891.Tomos III-IV. [NdE] De las declaraciones en las sesiones informativas de la CRS del otoño de 1884, además de datos interesantes sobre condiciones de trabajo, se desprende que probablemente sostuvieran alguna escuela obrera y una cooperativa de consumo. El Serpis 21-11-188412 La Federación 08-11-1873 [NdE] La represión tras los sucesos del Petrolio se centró en ellos, recayendo sobre una buena cantidad de internacionalistas que trabajaban en las fábricas de papel de toda la comarca en los años previos (Alcoi y Cocentaina, sobre todo), siendo el aumento de los costes laborales por las demandas de los obreros internacionalistas, el argumento esgrimido por los patronos locales para justificar su falta de competitividad o su negativa a aceptar impuestos. La importancia de la sección de papeleros, aún se pone de manifiesto en la huelga que sostuvieron en las fábricas de Banyeres a comienzos de 1876, donde posiblemente habían ido a parar buena parte de los obreros despedidos de Alcoy. No menos destacado fue su papel en el Comité de Defensa de los Presos hasta 1884. En este punto parece que la sección de papeleros de Alcoy se debilita por la grave crisis industrial de estos años, la epidemia de Cólera de 1885 y las desensiones surgidas en el seno de la Federación, no recuperando actividad visible hasta finales de la década de nuevointegrados en la Federación local de Trabajadores, “Voy á cerrar esta correspondencia, á pesar de quedarme algo más que deciros concerniente á la confabulación burguesa de que vienen siendo víctimas los obreros papeleros de aquí”, La Bandera Social 26-02-1886. La Epoca 22-10-1873; El Constitucional 30-04-1876; El Serpis 18-11-1884; La Bandera Social 08-01-1886.13 Aracil – Bernabé – García Bonafé, “Moviments socials d’Alcoi: un intent de cronologia”, en el I Congrés d’Història del País Valencià. En este artículo, los autores utilizaron exclusivamente fuentes alcoyanas y en ocasiones, dejan de citar conflictos y huelgas de las que da noticia la prensa de Alicante y no la de Alcoi, bien por su escasa duración, bien por otras razones. [NdE] Tal es así que el primer conflicto laboral documentado en las fábricas de papel en Alcoy o su comarca, lo datamos ya en mayo de 1864, en un momento de auge en la producción y comercialización, cuando ante la introducción de cambios organizativos -un nuevo molde- y de nueva mano de obra, los operarios mas cualifados decidieron parar paralizándose todas las fábricas. La Discusión 10-05-1864.14Enrique Cerdá, obra citada.15Heraldo de Alcoy, 6-X-1906.16Fabricantes del Papel de Fumar “Bambú”, que adquirieron a la firma “Soler y Pascual” el “Molino Nuevo”, en l’Alqueria d’Asnar, temerosos de que les faltase papel por las consecuencias de la guerra (Enrique Cerdá, obra citada).17Enrique Cerdá, obra citada.18Boletín Oficial de la Provincia, 5 y 6-III-1917.19José Laporta Valor figuraba en esta relación como “venta de libritos de papel de fumar“, pues sus fábricas las había trasladado a Banyeres.20Enrique Cerdá, obra citada.
LA INDUSTRIA PAPELERA ALCOYANA
septiembre 24, 2013 · de Alacant Obrera · en Francisco Moreno, Obreros del Papel. ·
Origen del Articulo: https://alacantobrer.wordpress.com/2013/09/24/1_la-industria-papelera-alcoyana/
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